Más de 7.600 kilómetros y un rastro perdido en Zaragoza: las claves de la incesante búsqueda de Ana María Knezevich Henao

La Policía Nacional y el FBI buscan a Ana María Knezevich Henao en Medinaceli, Soria.
La Policía Nacional y el FBI buscan a Ana María Knezevich Henao en Medinaceli, Soria.
EFE
La Policía Nacional y el FBI buscan a Ana María Knezevich Henao en Medinaceli, Soria.

De Ana María Knezevich Henao no se sabe nada desde el pasado 2 de febrero. La mujer, de 40 años y nacionalidad colombiana y estadounidense, desapareció sin dejar rastro del piso al que se había mudado en la calle Francisco Silvela de Madrid desde Miami, poniendo tierra de por medio de su marido, del que se estaba separando y con el que llevaba 13 años de matrimonio.

Después de la denuncia de varias amigas, la familia y la colaboración de SOS Desaparecidos y tras poner el foco en el marido, el 4 de mayo David Knezevich fue detenido en el aeropuerto internacional de Miami como principal sospechoso de la desaparición, ahora se encuentra en prisión provisional. El FBI contaba con vestigios sólidos que podrían indicar que el hombre, de 36 años y origen serbio, había acabado con la vida de su esposa. 

Tanto el FBI como los investigadores de la Policía Nacional, cuyas actuaciones dirige el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 9 de Madrid, creen que el móvil que llevó al marido a cometer el crimen era económico. Según adelantaba Infobae este martes, la pareja era propietaria en Florida de dos empresas que facturaban millones de euros al año.

Así, en el momento en que Ana María decide dar el paso de divorciarse, ofrece a su marido repartir el patrimonio de más de 15 millones de dólares a medias, algo con lo que él no estaba de acuerdo: quería el 75%. La desaparecida cae así en una depresión que le lleva a solicitar ayuda médica y decide mudarse a Madrid. 

El mencionado medio relata que la pareja contaba con 15 viviendas en propiedad y que David vendió una decena de ellas entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, la última el día 26, tres semanas después de la desaparición de Ana María. Según las investigaciones del FBI, por el contrario, a principios de año la desaparecida le comunicó a una amiga cercana que había llegado a un acuerdo con su ex para dividir el patrimonio de forma equitativa.

Después de esto, según señala el sumario al que ha tenido acceso Efe, en tan solo seis días, el marido de la desaparecida recorrió unos 7.677 kilómetros -de Belgrado a Madrid y viceversa- a bordo de un coche de alquiler para acabar presuntamente con la vida de su mujer y se deshizo del cadáver en algún punto del viaje de vuelta.  Ahora ambos cuerpos policiales tratan de dar con alguna pista que lleve hasta Ana María.

Un viaje de ida y vuelta

La Policía Nacional y el FBI llevan varios días rastreando con partidas de búsqueda las inmediaciones de las carreteras por las que pasó David, que abarcan las provincias de Madrid, Guadalajara, Soria y Zaragoza, para tratar de encontrar cualquier pista que les conduzca hasta su paradero. Según consta en el sumario, el sospechoso cruzó la frontera entre su Serbia natal y Croacia la tarde del 30 de enero a bordo de un Peugeot 308 de color azul alquilado.

Investigadores de la Policía Nacional y el FBI buscan a Ana María Knezevich Henao.
Investigadores de la Policía Nacional y el FBI buscan a Ana María Knezevich Henao.
EFE

Los investigadores creen que llegó a la capital española tres días después, el 2 de febrero, donde hizo las compras necesarias para cometer el supuesto crimen: espray negro para pintar las cámaras de seguridad del edificio de apartamentos donde vivía Ana María y un casco de moto para ocultar su rostro.

Sobre las 18:00 horas de ese día los agentes sitúan el coche en el número 67 de la calle Francisco de Silvela. La desaparecida vivía en el portal 65, del que el sospechoso entró y salió cargando una maleta en la que creen que metió el cadáver. Todo esto fue captado por cámaras de la zona. También cómo compraba pintura y dos rollos de cinta adhesiva el mediodía de ese 2 de febrero en una tienda local. 

El periplo, detallado

La siguiente ocasión en que las cámaras de tráfico captaron el coche del ahora sospechoso fue entrada la madrugada del día 3 en la M-30, ya en pleno viaje de regreso a Serbia. En todo momento el posicionamiento del teléfono del sospechoso coincidió con el del Peugeot alquilado. 

Continuó por la autopista R-2, donde se le localizó en el peaje del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y en las inmediaciones de las localidades de Aljavir (Madrid) y Taracena (Guadalajara).Después cambió a la autovía A-2, que transcurre en paralelo a la anterior, y entre las 2:10 y las 4:01 de la madrugada pasó por Sigüenza (aún en Guadalajara), Medinaceli (Soria) y Zaragoza.

Ha sido en estas localidades donde loas agentes han centrado la búsqueda del cadáver, la maleta o cualquier otro vestigio que pueda arrojar luz sobre el paradero de Ana María, aunque de momento no se ha logrado nada

Además, a partir de Zaragoza el seguimiento es menos exhaustivo. La Policía cree que es posible que David cruzara a Francia por el paso fronterizo de la Junquera (Girona) -como hizo en el viaje de ida- y prosiguiera el camino hasta regresar a Serbia el 5 de febrero.

Ayuda de otros países

El rastro de David se pierde prácticamente con su salida del territorio nacional. Así, los agentes han contactado con las autoridades de Francia, Italia y Eslovenia, países de paso en el trayecto más corto entre Madrid y Belgrado, para ver si el sospechoso pasó por alguna de sus carreteras, pero en ninguno han hallado registros que acrediten su presencia. Ni a través de las cámaras de tráfico, ni revisando lugares en los que podría haberse alojado.

Según los investigadores, para tratar de pasar desapercibido y complicar las investigaciones policiales, empleó dos matrículas sustraídas, una serbia de un Toyota Yaris en Belgrado y otra española de un Ford Mondeo en Alcalá de Henares (Madrid). Con la primera entró en territorio español, pero no tardó en cambiarla por la segunda, con la que supuestamente se desplazó hasta el lugar del crimen y huyó del país, aunque se desconoce si volvió a intercambiarlas. No es hasta el 5 de febrero cuando vuelve a cruzar a Serbia por el puesto fronterizo de Batrovei y el Peugeot es captado por última vez. 

El vehículo del alquiler, modificado

Aunque estaba previsto que devolviera el coche el 23 de febrero, llamó al responsable de la empresa para avisar que alargaría el alquiler hasta el 15 de marzo. Ese día, el cuentakilómetros marcaba 84.730 kilómetros, 7.677 más que antes de que pasase por manos de David. De esos, unos 5.400 kilómetros corresponden al viaje de seis días entre Belgrado y Madrid y viceversa, siempre que tomara el camino más corto. Lo que hizo entre que regresó a Serbia y devolvió el turismo es una incógnita.

Según contó el dueño de la empresa de alquiler de coches a la Policía serbia, el vehículo fue devuelto con rasguños en un lateral, sin las pegatinas identificativas, con los cristales tintados y con los marcos de las matrículas reemplazados.

La jueza española que instruye la causa ha solicitado a la Fiscalía serbia autorización para que varios agentes de la Policía Nacional se desplacen hasta Belgrado y puedan inspeccionar el vehículo y extraer toda su información digital con la esperanza de obtener más datos sobre el viaje.

Antes, mandó mensajes 

Antes de su desaparición, Ana María estaba mirando un nuevo piso de alquiler, ya que el contrato que tenía finalizaba en marzo. De hecho, la última comunicación fehaciente de la desaparecida fue el día 2 a las 11.30 horas contando a su amiga que había ido a ver un inmueble y no le había gustado. 

Su amiga, la que posteriormente pondría la denuncia, le contestó y no recibió respuesta. Preocupada, le llamó por teléfono sin éxito. Era muy extraño que no le contestara porque el 5 de febrero viajaban juntas a Barcelona para asistir a un evento. A las 13.00 horas del día 3 recibe un mensaje de Ana María. Tanto esta amiga como otra que vivía en Europa y que iba a acudir a Madrid a visitarla se encontraron con que la mujer les decía que había conocido a alguien especial y que estaba en la sierra madrileña todo el fin de semana. "Parecía que se había pasado por un corrector", dijo la familia entonces. La amiga madrileña se presentó en su casa y llamó a los Bomberos. No había rastro de Ana María y sigue sin haberlo. 

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